Tras completar un entrenamiento virtual de varias semanas, acompañados por un equipo científico, niños y niñas aprendieron sobre diversas metodologías utilizadas por el Núcleo Milenio NUTME para investigar los arrecifes mesofóticos en Chile y participaron de un memorable encuentro presencial en Las Cruces.
Todo comenzó el año 2022, cuando se convocó abiertamente por redes sociales a niñas y niños de entre 6 y 12 años a sumarse al proyecto “Exploradores y exploradoras de lo profundo“. Se trataba de una experiencia virtual y asincrónica que, valiéndose de elementos del juego, buscaba promover el pensamiento científico, la creatividad, la motivación y el compromiso ambiental a través de la exploración de los desconocidos ecosistemas rocosos que se ubican bajo los 30 metros de profundidad en las costas de Chile: los llamados arrecifes mesofóticos.
Durante más de un mes, los 113 niños y niñas participantes, provenientes de 12 regiones de Chile y otros países de Latinoamérica, accedieron a desafíos semanales mediante un sitio web especialmente creado para la experiencia. Guiados por un equipo de educadoras, y junto a los investigadores y buzos técnicos Rodrigo Alarcón y Beatriz Salgado, fueron aprendiendo sobre las diferentes formas utilizadas para explorar estos arrecifes donde la luz es escasa, y los múltiples desafíos que se enfrentan en el camino.
Una semana, por ejemplo, niñas y niños tuvieron que comparar imágenes obtenidas a diferentes profundidades mediante buceo y vehículos sumergibles remotamente operados (ROV). Otra semana estuvieron de cabeza revisando códigos genéticos para resolver a qué especies correspondían y, para terminar, diseñaron sus propias investigaciones sobre arrecifes semiprofundos. Conforme avanzaron en el entrenamiento, niñas y niños fueron construyendo su aprendizaje y complementando sus conocimientos. Al cumplir todas las misiones, recibieron su licencia digital de exploración profunda.
El sábado 13 de mayo, en el contexto del mes del mar y como parte del reconocimiento por la obtención de la certificación, se realizó un encuentro familiar en la Estación Costera de Investigaciones de la Universidad Católica, en Las Cruces. En el evento, niñas y niños junto a sus familias pudieron interactuar con los diferentes instrumentos utilizados para estudiar los arrecifes mesofóticos, revisar muestras biológicas en el laboratorio, compartir con el equipo de investigación y educación y, por supuesto, ¡hacer nuevas amistades!
Entre los mayores aprendizajes, padres y madres destacaron el interés y respeto por los seres marinos, las oportunidad de conocer de primera fuente un centro de investigación y el trabajo que realizan profesionales de la biología marina. Una de ellas puntualizó “
A mi hijo le encantaron los equipos de investigación, en especial las cámaras submarinas remotas con carnada (BRUV). A través de esta experiencia conoció un mundo desconocido“.